lunes, agosto 13, 2007

Los mercados buscan el apoyo de la Fed para enfrentar la tormenta del crédito

Los mercados buscan el apoyo de la Fed para enfrentar la tormenta del crédito
August 13, 2007 4:05 a.m.
Por Greg Ip, Deborah Solomon y David WesselThe Wall Street Journal
WASHINGTON—De momento, la pelota está en la cancha de la Reserva Federal de Estados Unidos.

Los problemas crecientes en los mercados de crédito y la volatilidad en las bolsas han llevado a que Wall Street ponga la mirada en Washington en busca de un rescate. Pero el gobierno de George W. Bush rechazó dar un paso concreto: expandir el poder que tienen Fannie Mae y Freddie Mac —dos gigantes semi-gubernamnetales en el mercado de préstamos inmobiliarios— para comprar hipotecas. En vez de ello, Bush y el secretario del Tesoro Henry Paulson han tratado de reforzar la confianza al hacer hincapié en la fortaleza de la economía global.
Hasta ahora, la respuesta más significativa ha sido la de la Fed, el Banco Central Europeo (BCE) y otros bancos centrales, que han inyectado miles de millones a los mercados monetarios para que la escasez de crédito no haga subir las tasas de interés de corto plazo. Se trata de la mayor maniobra de este tipo desde los ataques del 11 de septiembre de 2001.
En un paso poco común, la Fed instó a los operadores de mercado para que sólo ofrezcan títulos respaldados por hipotecas como garantía para los préstamos de corto plazo, en vez de usar estas hipotecas en conjunto con deuda del Tesoro y bonos emitidos por Fannie Mae y Freddie Mac. Aunque el banco de la Reserva Federal de Nueva York dijo que era un asunto de "simplicidad operacional", algunos analistas dicen que la Fed trata de facilitarles a los operadores el financiamiento de sus inventarios de valores respaldados por hipotecas.
¿Qué mas pueden hacer las autoridades de EE.UU.? El siguiente paso sería que el presidente de la Fed Ben Bernanke —cuyo trabajo académico se ha centrado en los errores cometidos por el banco central durante la Gran Depresión de los años 30 y en las maneras en las que los mercados financieros pueden afectar al resto de la economía— bajara las tasas de interés para abaratar los préstamos y aumentar la liquidez.
Si los mercados se deterioran seriamente o la situación del crédito empeora aún más, la Fed podría verse obligada a actuar con rapidez. Pero si los mercados se estabilizan y el crédito vuelve a fluir de manera normal, como esperan las autoridades, la Fed probablemente mantendrá por más tiempo la tasa en 5,25%, ya que sigue preocupada por la inflación.
Ecos de 1998
La actual situación tiene similitudes obvias con la de fines de los años 90. En 1997, una crisis financiera sacudió a gran parte de Asia, pero inicialmente no amenazaba a EE.UU. u otros países industrializados. Sin embargo, en agosto de 1998 Rusia entró en cesación de pagos y la onda expansiva se sintió con fuerza en los mercados globales.
A principios de septiembre, el entonces presidente de la Fed Alan Greenspan declaró que EE.UU. no podía "seguir siendo un oasis de prosperidad que no se ve afectado por el mundo (...) que enfrenta un estrés cada vez mayor". Pocas semanas después se desplomó el fondo de cobertura estadounidense Long-Term Capital Management (LTCM). En muchos mercados financieros se detuvieron las operaciones. La Fed recortó las tasas en 0,75% en tres instancias entre fines de septiembre y comienzos de noviembre. Y así, EE.UU. se escapó de una recesión.
El tema de si la actual crisis de crédito es tan intensa como la de 1998 es arduamente debatido. "En 1998, muchos grandes empresas estaban muy asustadas", recuerda una fuente que quiso permanecer anónima. "Ahora, muchos de los grandes jugadores se preguntan cómo pueden lucrar con la situación". Las grandes empresas como Merrill Lynch & Co., Kraft Foods Inc., Citigroup Inc., International Business Machines Corp. e incluso Bear Stearns Cos. aún son capaces de vender deuda.
Pero las comparaciones no son fáciles. Hoy, las tensiones más grandes tienen lugar en mercados que tenían mucha menos importancia en 1998. Desde entonces, algunos segmentos del mercado han evolucionado tanto, que es mucho más difícil detectar con precisión dónde están los riesgos.
Los ojos en la Fed
Entre los grandes temores figuran que las grandes firmas están expuestas a mercados de una manera que ni siquiera éstas conocen o, al menos, no divulgan. Otro temor es que firmas altamente apalancadas se vean forzadas a deshacerse de sus participaciones, empeorando aún más las cosas.
Un rasgo inusual de la actual crisis es que los problemas comenzaron en EE.UU. en el mercado de hipotecas subprime (préstamos a gente con un mayor riesgo crediticio), pero parecen afectar con mayor gravedad a Europa. Por eso, el BCE ha sido más agresivo que la Fed en inyectar dinero a los mercados para aliviar las tensiones. Y fue el gobierno alemán, no el de EE.UU., el que tuvo que organizar el rescate de una entidad en problemas, IKB Deutsche Industrie Bank AG, que había invertido fuertemente en valores estadounidenses respaldados por hipotecas.
Algunos funcionarios de la Fed temen que si reducen las tasas ahora, enviarán la señal de que la entidad está más preocupada por los mercados que por la economía. Algunos analistas sospechan que Bernanke es reacio a bajar las tasas con el fin de expurgar el llamado "Put Greenspan", un término acuñado por Wall Street que refleja la supuesta disposición del ex jefe de la Fed a recortar las tasas y rescatar a los inversionistas de sus propias decisiones erradas. Pero Bernanke, dicen estos analistas, se basará en consideraciones convencionales: crecimiento, inflación y estabilidad financiera.