miércoles, marzo 11, 2009

Los años en que vivimos peligrosamente

“Los años en que vivimos peligrosamente” titulaba el articulista del Financial Times Martin Wolf una columna en la que analizaba los enormes desequilibrios generados en la economía mundial, sistema conocido como “Bretton Woods II”, y que supuso la base para una de las épocas de mayor bonanza económica global, probablemente la mayor de la historia (nunca tantos millones de personas han salido de la pobreza en tan pocos años) pero cimentada sobre una base extremadamente volátil: la acumulación masiva de crédito.

En este debate sobre si estamos en depresión o de recesión, y si ésta tiene forma de “L” (caída sin recuperación), de “I” (caída libre) o de U (“muchos años en la curva baja”) quizás convenga por un momento sentarse a analizar rayos de luz que pueden arrojar algo de esperanza a la situación actual: las fuentes de optimismo. Sin ánimo de ser subjetivo (en coherencia cabe analizar conjuntamente motivos de pesimismo y de optimismo, pero creo que nuestra sociedad peca de cebarse sólo en los primeros), subrayo algunas en este primer artículo sobre el tema para el análisis, comentario y consideración de los lectores:

Primera: el precio del petróleo ha tenido el mayor descenso de su historia; esto, unido a una caída de los márgenes de refino, ha redundado en reducciones agresivas del precio de la gasolina, repercutiendo en una mejora importante de la renta disponible, especialmente en las clases más desfavorecidas, las que mayor propensión marginal al consumo presentan.

Segunda: la caída del consumo norteamericano, británico y español está provocando una reducción substancial del déficit comercial de estos países, uno de los talones de Aquiles de la economía de Bretton Woods II.

Tercera: las ostensibles caídas de los tipos interbancarios (euribor y similares) tiene su reflejo directo en una reducción de las cuotas hipotecarias, aumentando la renta disponible. Aunque este dinero se ahorre, ahorro actual es potencial consumo futuro.

Cuarta: los mercados de bonos se han vuelto a abrir, aunque con una gran selección del tipo de papel emitido. En un contexto de crisis bancaria, la apertura de fuentes de financiación alternativas para las empresas es crucial para inyectar liquidez en nuestras economías. Otras posibles fuentes de financiación alternativas a la bancaria serían la bolsa (tradicional o bolsas alternativas), las titulizaciones, la financiación directa de deuda por parte de fondos de pensiones o la misma financiación islámica (en un artículo más adelante exploraremos más en detalle estas fuentes).

Quinta: a pesar de las caídas de los mercados en enero y febrero, la volatilidad ha permanecido estable en torno al 40%. Este hecho es inusual y muy importante: quiere decir que el mercado ya tiene digeridas las noticias adversas. En esa situación, el riesgo de rally alcista es mayor, y un rally así podría provocar mayores bajadas de la volatilidad, mejorando el binomio retorno riesgo de la renta variable, alimentando el eventual cierre de posiciones cortas.

Sexta: el riesgo geopolítico se ha reducido considerablemente durante el último año. En 2006 el banco ING lanzó un informe de bolsa que se titulaba “Attacking Iran”, elucubrando sobre el envío de un segundo portaaviones de los EEUU al golfo como señal inequívoca de un inminente ataque aéreo a las instalaciones nucleares iraníes. Aunque hoy en día sigue habiendo focos inequívocos de riesgo geopolítico (Irán puede estar muy cerca de tener el nivel suficiente de uranio enriquecido para fabricar su bomba atómica, Pakistán sigue siendo un polvorín, el delta del Níger sigue siendo un avispero que afecta a la producción de petróleo…), los dirigentes, dañados por la crisis económica y por los precios bajos de las materias primas, tienen más visos de resolver los conflictos mediante la negociación.

En mi artículo de dentro de dos semanas elaboraré el resto de las razones que percibo como eventuales fuentes de optimismo. Sí creo que es justo afirmar que el ser humano tiende a pecar de optimismo en los momentos de bonanza, y de pesimismo en los momentos de penuria. ¿Quieren ayudarme en mi esfuerzo por invertir esta tendencia?

sábado, marzo 07, 2009

Qué acciones tiene que comprar en tiempos de crisis si quiere cobrar dividendo

La mala coyuntura económica está afectando al reparto de dividendos de muchas empresas europeas, que prefieren guardar el dinero para mejorar su liquidez y poder afrontar los retos de la crisis. Un informe de ING revela que los dividendos de las compañías del Euro Stoxx 50 caerán un 31% este año y un 48% el próximo, pero destaca que las empresas de carburantes, telecomunicaciones y servicios públicos son una buena opción para invertir este año. Entre las cinco mejores empresas europeas, destaca la española Telefónica.

Las perspectivas no son buenas, pero hay esperanza. Los expertos dicen que todavía hay sectores que serán capaces de dar dividendos extra, según refleja un artículo de la web económica MarketWatch. Los inversores que quieran cobrar dividendo, deberán concentrarse en tres sectores: carburantes, telecomunicaciones y empresas de servicios públicos, según el informe de ING. Los cinco valores que destaca ING son: Total, Telefónica, France Telecom, ENI y Eon.

Los analistas esperan que los cinco valores destacados como mínimo mantengan su dividendo de 2009 en 2010. La amenaza para los dividendos de las compañías energéticas es que haya una caída prolongada del precio del barril del petróleo hasta situarse por debajo de los 30 dólares.

De hecho, el consejo de administración de Telefónica ha aprobado hace unos días una propuesta de actualización del importe del dividendo a pagar con cargo al ejercicio 2009 hasta situarlo en 1,15 euros por acción, un 15% más que el que se anunció en 2007 para el año pasado. La consultora Factset prevé que las empresas de la Bolsa española repartan en 2009 unos 29.000 millones de euros.

En enero, las cotizadas españolas pagaron unos 3.000 millones en dividendos a cuenta de 2008, cantidad algo menor a la entregada en 2007, que fue de 3.075 millones de euros. Aunque en algunos casos la retribución al accionista alcanza incrementos del 20 y del 40%, como por ejemplo, Iberdrola (24,35%), Unión Fenosa (35,48%) o Técnicas Reunidas (42,20%).

En cambio, los analistas indican que sectores como la construcción o el inmobiliario tendrán difícil mantener este desembolso en los mismos niveles. Lo mismo sucede con sectores dependientes del ciclo como el consumo. Según el informe, los inversores se pueden olvidar de obtener dividendos del sector bancario por una temporada y que las aseguradoras recorten las retribuciones a los accionistas entre un 50% y un 67%, en el peor de los escenarios.

La situación mejorará cuando se recupere el mercado inmobiliario estadounidense y se estabilice el financiero, según los expertos. Kevin Shacknofsky, de Alpine Global Dynamic Dividend y Total Dynamic Dividen apoya esta opinión y recuerda que los dividendos de las empresas europeas han sido muy atractivos para los inversores de Estados Unidos, porque normalmente han sido de prácticamente el doble.

El problema, según Shacknofsky, es que los mayores dividendos en nuestro continente ha sido, hasta ahora, el que daban las empresas industriales y del sector financiero, que están notando fuertemente la crisis. Otro inconveniente que destaca es que los Gobiernos están pidiendo a las empresas rescatadas o que necesitan ayuda que no paguen dividendos.

En 2008 los dividendos en España se elevaron un 20,25%

Los dividendos pagados por las empresas que cotizan en la Bolsa española en 2008 se elevaron hasta los 28.065 millones de euros brutos, un 20,25% más que en el año 2007, según datos de Bolsas y Mercados Españoles (BME) recogidos por Europa Press.

El crecimiento de la retribución al accionista durante 2008, que casi iguala el importe bruto total de los dividendos pagados por las compañías cotizadas en los años que van de 1990 a 1997, cobra especial importancia en un ejercicio tan complejo y negativo en términos de cotizaciones como 2008. La retribución total al accionista en 2008, incluyendo dividendos y devolución de aportaciones, ascendió a 28.411,56 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 21,08% respecto al año anterior. Los dividendos supusieron en 2008 el 98% de la cifra total distribuida entre los accionistas. La rentabilidad por dividendo de la Bolsa española se elevó en diciembre de 2008 al 6,7%, el máximo nivel en veinte años.

Este año, algunas empresas ya han informado de que reducirán o suprimirán el dividendo (como Popular o Acciona), pero otras han comunicado el pago de esta retribución. Es el caso de Repsol, cuyo consejo ha propuesto un aumento del dividendo en 1,05 euros por acción o de Banesto, cuya presidenta anunció hace unos días que la entidad “no ve razones” para cmabiar la política de dividendos que ha mantenido hasta ahora y que supone el reparto del 50% del beneficio neto recurrente. Por su parte, Endesa informó esta semana del pago de un dividendo a cuenta del ejercicio 2008 de 5,897 euros por acción.