martes, febrero 28, 2006

Analizando maximos-CARC

Mantrell dice:
lo fundamental creo es que hay que seguir analizando el tema de nuevo maximo.
quesnay dice:
esa es la idea
Mantrell dice:
cuanto tiempo tarda en alcanzar un maximo nuevo...y cuanto en no marcar nuevo minimo
Mantrell dice:
ud que tien facilidad.por que no se genera una formulita que cuente velas. con maximos crecientes y los divide por el numero de velas que lleva sin marcar minimo nuevo?
quesnay dice:
uff
Mantrell dice:
uff
Mantrell dice:
hablando de eso
quesnay dice:
lo hare
Mantrell dice:
iniciamos rebotaem de garo tomuer

jueves, febrero 23, 2006

Industrias Frigorificas El Mundo (1961)


Titulo al portador.
Presente que me realizo el amigo Mantrell de sus antepasados bolseros.
Pense que podia encontrar alguna leve mencion de esta compania en la red, pero no hay nada de nada.

Contador de evius

Libro La Bolsa (1909)


Edicion de 1909 que tengo entre mis bienes mas preciados.

viernes, febrero 17, 2006

Reflexiones bursatiles de los viernes...estar mas al pedo....imposible!

Mantrell dice:
debe ser, ademas de por si los viernes son genralmente flojos.

Mantrell dice:
las Vi tiende a caer el viernes

Mantrell dice:
alla vamosss

quesnay dice:
bien el pibe...

quesnay dice:
me mato con el coment de la VI

quesnay dice:

Mantrell dice:
juaaaaa

quesnay dice:
cada vez q hagamos un coment de mkt le mandamos el vocablo VI y dejamos KO a la contraparte q nos escucha

Mantrell dice:
es que los tader cierran la poscisiones diarias no dejan para el lunes..por las dudas vio

Mi lugar en la cancha...respetando siempre la cabala....

Curiosidades xeneixes

¿Sabias...?
...que la primera publicidad que tuvo Boca Juniors en el año 1982 fue, "Vinos Maravillas".
...que Boca Juniors uso el escudo de la AFA, en vez del de Boca en su camiseta en el año 1955.
...que el jugador que más vistió la camiseta de Boca Juniors fue Roberto Mouzo, quien lo hizo en 396 ocasiones entre los años 1971 y 1984.
...que Francisco Varallo, apodado "Cañoncito" por su potente pegada, fue el máximo goleador de la historia del club Boquense. Convirtió180 goles en 209 partidos oficiales que jugó.
...que a Julio Elías Musimessi se lo conoció como el "Arquero Cantor".
...que el brasileño Paulo Valentim fue el que mas goles le hizo a River Plate.
...que Carlos Navarro Montoya, fue el arquero que logró evitar que le marcaran goles nada menos que durante 824 minutos en el campeonato Apertura´92, que finalmente ganaría Boca.
..que Carlos María García Cambón fue quien le hizo más goles a River en un mismo partido.
...que Silvio Marzolini y Roberto Mouzo fueron los que más veces tuvieron el honor de defender la camiseta de Boca en la historia de los superclasicos.
...que Alberto J. Armando fue quien inmortalizó la frase "mitad mas uno".
...que en la bandera de Suecia se inspiraron los fundadores del club para diseñar la camiseta xeneize.
...que Pedro Calomino, Alfredo Martín y Alfredo López fueron los primeros futbolistas de Boca que jugaron en la selección Nacional.
...que bajo la presidencia de Alberto J. Armando Boca Juniors obtuvo más campeonatos.
...que el 31 de Mayo de 1931 Boca Juniors jugo su primer partido contra Chacarita en la era profesional.
...que Boca convirtió 100 o más goles en 5 campeonatos en su historia.
... que Roberto Cherro le convirtió 7 tantos al equipo de Honor y Patria el 29 de marzo de 1931.
...que Boca fue el último campeón amateur y el primero de la era profesional.
...que el primer arquero Xeneize en sacarle un penal en el estadio Monumental y frente a River Plate fue Juan Estrada.
...que Boquita no perdió en la Bombonera desde el 10 de mayo de 1923 hasta el 26 de agosto de 1928, o sea que mantuvo su invicto como local 5 años, 3 meses y 16 días, en la era amateur.
...que el resultado más grande en la historia Boquense fue cuando Boca le ganó 11 a 1 ante Tigre, el 7 de Junio de 1942.
...que el primer compromiso que tuvo Boca con un equipo extranjero fue el 8 de Diciembre de 1907 cuando recibió a Universal de Montevideo.

jueves, febrero 16, 2006



Certificado del Banco de Londres (31 julio de 1795).

Aun hoy se dice que se aplica el viejo proverbio : "Nada es tan seguro como el Banco de Inglaterra!".

Los accionistas eran principalmente de los paises bajos meridionalmente ricos.

miércoles, febrero 15, 2006

Bolsa de Comercio de Buenos Aires (1866)


EDIFICIO DE LA BOLSA DE COMERCIOSan Martín 216 - Foto: c.1866

La foto de Quesnay y Rafael


Detrás de el 'Oso Tenarensis" Quesnay, Rafael Di Zeo, festeja en la puerta del Palacio de Justicia Foto: Telam

viernes, febrero 10, 2006

jueves, febrero 09, 2006

The United Company of Merchants of England, Trading to the East-Indies

The United Company of Merchants of England, Trading to the East-Indies
(1795)
Compania formada para la explotacion del comercio con el este y el sudeste de Asia y la India. La compania actuo como un agente del imperialismo britanico en la India durante el siglo 18 y parte del siglo 19. Sirvio asimismo para ampliar sus influencias en el continente chino.
Solia financiar entre sus vastas operaciones, el comercio del te con exportaciones ilegales de opio a China.
Dejo de existir como entidad legal en 1873.

"El cielo sobre el puerto tenía el color de la tv sintonizada en un canal muerto."

WG.01/ nuevos deseos
"El cielo sobre el puerto tenía el color de la tv sintonizada en un canal muerto." [Primera línea de Neuromante, William Gibson, 1984] Cyborg: Ente que es parte máquina y parte organismo.
Lo que estamos buscando no es interpretar el inconsciente, sino producirlo; crear nuevas relaciones, nuevos ensamblajes, producir nuevos deseos[...] Ésta es para mi una de las sugerencias centrales de Deleuze y Guattari en "Mil Mesetas".
Comparada con la teoría, la arquitectura o el urbanismo, la literatura, - quizá junto con el cine -, parece estar en una posición de ventaja en esta búsqueda de nuevos deseos. La literatura tiene la capacidad de evocar la totalidad de la experiencia humana, de explorar mucho más allá en los territorios de la imaginación.
William Gibson, y otros autores cyberpunk como Neal Stephenson, han tenido y siguen teniendo una influencia significativa en la interpretación del mundo que ahora vivimos; imaginando cómo podría llegar a ser, y efectivamente dándole forma en sus diálogos con las subculturas populares y los productores tecno-intelectuales. Para los profesores, Martin Dodge y Rob Kitchin, autores del libro Mapping Cyberspace, "se adquiere un conocimiento mucho más claro de los procesos urbanos contemporáneos leyendo a Gibson y Stephenson, que estudiando a Castells o Sassen", - [los dos teóricos de lo urbano oficiales más destacados de la última década].
Lo cyberpunk, como muchas otras de las palabras y el imaginario inventado por Gibson, - la más destacada de todas: cyberespacio -, se ha convertido en parte del vocabulario y los estilos de vida contemporáneos. El propio Gibson ha afirmado que la invención de neologismos es una de las formas básicas de la nueva poesía popular. En los últimos años, se ha esta connotando los cyberpunk como algo criminal. Sin embargo, como ya afirmó hace algunos años José María Parreño: "En los tiempos que corren, ¡sabemos que hacemos arte cuando nos persigue la policía!"
Mi particular atracción por el cyberpunk y la obra de Gibson está relacionada con la cosmovisión que imagina, en la cual el arte, la tecnología, la libertad individual, la experimentación, el amor y la anarquía tienen un papel central. Gibson, explora los nuevos deseos y las nuevas formas de estar en el tiempo y el espacio que están siendo inventados o que podrían estar siendo inventados en estos momentos: Las nuevas máquinas en las que la tecnología se asocia con cabezas voladoras [según D+G, las nuevas combinaciones de sujetos y significados], el universo digital que impregna cada milímetro de la vida cotidiana, las nuevas ciudades globalizadas, los espacios de la intimidad y la resistencia, las fronteras en los ricos y los desposeidos, entre la alta cultura corporativa y las sub-tecno-contraculturas, las mentes cyborg y los cuerpos modficados por las tecnologías médico-fármaco-digitales...
AC.02/ amor cyborg
En las primeras páginas de Neuromante, WG establece una relación completamente nueva con la máquina, una relación que me gusta representar con la imagen del "amor cyborg".
Por ejemplo, en "Sueñan los androides con ovejas eléctricas", la novela de 1968 de Philip K. Dick que inspirara la película Blade Runner [1982], - Deckard, el protagonista, siente una atracción difícil de explicar por Rachael Rosen, una androide Nexus 6. Tienen un affair sexual y él queda muy afectado, pero finalmente es capaz de retirar [asesinar] a los otros androides y volver a sus hogar junto a su mujer y sus animales eléctricos. Enamorarse de un androide, a fin de cuentas, no terminaba de estar bien.
En Neuromante, sin embargo, - la primera novela de William Gibson, [1984] -, Case se encuentra a Molly, una seductora mujer cyborg; una ninja urbana que lleva diversas prótesis integradas en su sistema nervioso y su carne: Un sutil puesta a punto del sistema nervioso central para reducir los tiempos de reacción, unas gafas de espejos injertadas en la carne que permiten la visión nocturna y la superposición de mensajes informativos; unas cuchillas metálicas y retráctiles que se proyectan desde debajo de sus uñas pintadas de rojo. En el primer capítulo tienen un tórrido encuentro sexual, y a pesar de que al principio se siente extrañamente incestuoso, resulta un sexo estupendo y se convierte en amor. Y este amor, es una de las claves en el desenlace de la historia.
Algunos críticos llegan a afirmar que estos primeros pasajes sexuales constituyen una las claves del éxito de toda la obra posterior de Gibson. Yo estoy de acuerdo. No se trata, sin embargo, tan sólo del erotismo; sino más específicamente de la mezcla entre el sexo y la máquina, - que también investigan Ballard, en sus libros y Cronenberg en sus películas-. Leyendo a Gibson en los 80, el encuentro entre Molly y Case parecía perverso y excitante. ¡Hoy, casi 15 años después, a todo el mundo que conozco le gustaría tener un* amante cyborg!
Danna Haraway, una pensadora feminista, escribió en el año 1992 el Manifiesto Cyborg. Aquí proponía una nueva relación con la máquina, entre lo natural y lo artificial, y por extensión, una nueva teoría - o ética - de la identidad. Extraigo algunas líneas del final del manifiesto: "Tomar seriamente la imaginería de los cyborgs como algo distinto de nuestros enemigos supone varias consecuencias[...] El cuerpo del cyborg no es inocente; no nació en el Paraíso; no anhela una identidad unitaria que genera así antagonismos dualísticos que se proyectan hasta el final de los tiempos[...] El placer intenso en la capacidad de la máquina, cesa de ser un pecado y se convierte en un aspecto de la corporeidad. La máquina no es algo para ser animado, adorado o dominado. La máquina somos nosotros, nuestros procesos, una aspecto de nuestra corporeidad[...] ellas no nos dominan o amenazan. Somos responsables de los límites, nosotr*s somos ellas [...]
El imaginario cyborg puede ayudar a expresar dos argumentos cruciales[...]: Primero, la producción de la teoría totalizante, universal supone un gran error, que ignora la mayor parte de la realidad, probablemente ya ahora, pero seguro, en el futuro; y segundo, hacernos responsables de las relaciones entre ciencia y tecnología significa renunciar a una metafísica anticientífica, a una demonología de la tecnología, y significa, pues, entregarnos a la compleja tarea de reconstruir las fronteras de la vida cotidiana, en conexión parcial con otros, en comunicación con todas nuestras partes[...] El imaginario cyborg puede sugerir un camino de salida del laberinto de dualismos en el cual hemos explicdo nuestros cuerpos y nuestras herramientas. Es el sueño, no de un lenguaje común, sino de una poderosa heteroglosia infiel[...] Significa, a la vez, la destrucción y la construcción de máquinas, identidades, categorías, relaciones e historias espaciales. Aunque ambas están ligadas en la danza espiral, ¡antes sería un cyborg que una diosa!"

Night City no es una ciudad donde se vuelve amigo artiste...

Count Zero : Contador de vuelta y puesta a cero....o conde cero.....

miércoles, febrero 08, 2006

Accion de la South Sea Company


Accion de la South Sea Company (1733)
National Maritime Museum, London

Bolsa de Amberes







Bolsa de Amberes
Edificio de clara filiación gótica levantado en 1531 por Dominicus van Wagemaker

Karl Marx fue tambien un especulador...

" No se sorprendera poco saber que he estado especulando, en parte con obligaciones del tesoro de Estados Unidos, pero por sobre todo con acciones inglesas, que han estado subiendo como la espuma este año (al aumentar la demanda hacia todas las sociedades por acciones imaginables e inimaginables), y que tras subir a un nivel absurdamente alto, luego en su mayoria se derrumban. De esta manera, he ganado mas de 400 libras, y, ahora que la complejidad de la situacion politica permite mayor perspectiva, empezare de nuevo. Es un tipo de operaciones que no exige dedicarle mucho tiempo y merece la pena correr cierto riesgo para aliviar al enemigo del peso de su dinero."

Carta de Karl Marx a Lion Philips (tio de aquel), 25 de junio de 1864

South Sea Co (1720)

Crash de la South Sea Co. en 1720

Con frecuencia suelo hablar de "burbujas" especulativas. Este curioso término fue acuñado en Londres con motivo del crash de la South Sea Company en 1720 y alude al clásico mecanismo de la especulación: la cotización se hincha y se hincha cual burbuja, pompa de jabón o globo de chicle hasta que revienta. Dentro no hay más que "aire", pero los incautos, cegados por la ambición, compran el aire como si fuera oro y luego se ven obligados a venderlo a precio de aire. La South Sea Company nació premonitoriamente bajo el signo de la especulación en la más despectiva de las múltiples acepciones de la palabra: "Efectuar operaciones comerciales o financieras, con la esperanza de obtener beneficios basados en las variaciones de los precios o de los cambios. Usada frecuentemente con sentido peyorativo." Fue fundada en 1711 por Robert Harley, Conde de Oxford. Su gerente fue un tal John Blunt, antiguo escribiente, y sus financiadores un grupo de comerciantes ingleses que doblaron sin esfuerzo el dinero invertido mediante una ingeniosa operación de "ingeniería financiera". Para entenderla son precisas unas breves pinceladas históricas. En 1711 Inglaterra arrastraba la carga de una gran deuda pública producto del esfuerzo colonial y de las continuas guerras (en ese momento estaba comprometida con el archiduque de Austria en la Guerra de Sucesión Española). Cabría poner en duda la solvencia de la Corona Inglesa para atender su deuda, por lo que cotizaba por debajo de su valor nominal (como ha pasado en fechas recientes con la deuda de los países latinoamericanos). Asimismo, era norma general que las metrópolis se reservaran la exclusiva del comercio con sus colonias. Les exportaban productos manufacturados a cambio de materias primas, productos exóticos y metales preciosos. Ni que decir tiene que se trataba de relaciones de intercambio desigual en detrimento de la colonia (fue una de las razones de la secesión de las colonias inglesas de América del Norte que dio lugar al nacimiento de Estados Unidos. Luego los norteamericanos han aprendido muy bien a hacer lo mismo). La entrada de potencias extranjeras en el comercio con una colonia necesitaba de la anuencia de la metrópoli correspondiente. La South Sea Company negoció con el gobierno inglés la compra y amortización de deuda pública por importe de 10 millones de libras, deuda financiada mediante la emisión de acciones de la Compañía. A cambio recibiría a perpetuidad un 6% anual del importe de la deuda amortizada y la concesión de la exclusiva del comercio inglés con las colonias sudamericanas... de España. Es decir, una acción de la South Sea Company era una mezcla de un bono de deuda perpetua al 6% más una exclusiva de comercio en teoría con unos beneficios potencialmente fabulosos; en la práctica tales beneficios apenas existían, puesto que España no estaba dispuesta a permitir la entrada masiva de los competitivos productos ingleses en el mercado cautivo de sus colonias. Los bonos canjeados cotizaban en el mercado secundario alrededor de 55. En los meses previos a la operación los promotores de la South Sea Company compraron en secreto bonos que se convirtieron automáticamente en acciones a la par en la proporción de uno por uno. La mejora en la solvencia del gobierno inglés (al haber convertido en perpetuo un porcentaje significativo de la deuda) permitía confiar en el abono regular de los intereses pactados y, si añadimos el descuento de las expectativas de comercio con las colonias españolas, no es de extrañar que las acciones cotizaran en la bolsa a la par, incluso un poco por encima. Los suscriptores de los bonos habían doblado su inversión sin esfuerzo y sin apenas riesgo. Un estupendo negocio pero modesto comparado con lo que estaba por venir. Durante años la cotización se movió levemente por encima de la par en un típico "suelo durmiente" sin variaciones y con escasa actividad. Se cobraban regularmente los intereses pactados, pero el comercio apenas aportaba nada. España dejaba entrar con cuentagotas a los barcos de la Compañía. Además parece ser que la gestión era bastante mala, incluyendo episodios como enviar un cargamento de lana a un puerto equivocado, en donde se pudrió. Los responsables manejaban con mucha más habilidad las buenas relaciones con el gobierno y los políticos de la época que el negocio en sí. Así en 1717 hubo una nueva "privatización" de deuda pública por la que compitieron la South Sea y el Banco de Inglaterra. Las buenas influencias en el Parlamento permitieron a la Compañía adquirirla al 5%. El drama comenzó a gestarse en 1719 como consecuencia indirecta de otra operación especulativa, la de la Compagnie d'Occident o Compañía del Misissipi como se la conocía popularmente. Su promotor era un escocés llamado John Law, que más bien debió apellidarse Outlaw a la vista de su azarosa juventud: prófugo de la justicia que le acusaba de asesinato, se ganó la vida como jugador de dados, probablemente haciendo trampas. A pesar de semejantes antecedentes Law, que en sus ratos libres elucubraba ingeniosas operaciones financieras (otro "ingeniero"), logró ganarse la confianza del regente francés Felipe de Orleans (Luis XIV había muerto y Luis XV era menor de edad). Francia tenía el mismo problema con la deuda pública y Law encontró la solución. El Gobierno otorgó a la Compañía del Missisipi, controlada por Law, la explotación de los yacimientos de oro que supuestamente existían en la Luisiana. Se hizo una OPV y el éxito desbordó todas las previsiones. La gente convenientemente "calentada" por los rumores sobre las fabulosas reservas de oro compraba frenéticamente, lo que permitía realizar nuevas emisiones, a pesar de lo cual el precio se disparaba hasta rozar los 2.000 francos, partiendo de un nominal de 100. En realidad, el dinero obtenido se entregaba al Gobierno para tapar los agujeros financieros y la Compañía no llegó a tener actividad alguna, pero daba igual, el personal compraba y compraba al constatar que las acciones no dejaban de subir, con lo cual mantenían la subida. La fama de la Compañía del Misissipi trascendió las fronteras y el ahorro inglés comenzó a afluir masivamente a Francia en pos de la quimera del oro de la Luisiana. Alarmado, el Gobierno inglés pensó, no sin lógica, que podía montar una versión inglesa de la Compañía del Misissipi, y para ello nada mejor que la de los Mares del Sur que ya existía sobre bases similares. Por esta época Inglaterra estaba en guerra con España (debido al intento español de recuperar sus posesiones italianas que le enfrentó con el resto de Europa) y las rutas de comercio bloqueadas. Sin embargo, a finales de 1719 se vislumbraba la paz que efectivamente se firmaría en 1720. A principios de 1720 la South Sea cotizaba a 128. Decidida a hacer frente a la Compañía del Misissipi se ofreció a hacerse cargo de la deuda nacional en su integridad (31 millones de libras). El 22 de enero se nombró un comité para estudiar la propuesta y el 2 de febrero se presentó al Parlamento el correspondiente proyecto de ley. La cotización "despertó" y en pocos días se puso en las 176 libras. Con notable patriotismo, los especuladores ingleses liquidaban sus posiciones en Francia e invertían el dinero en la South Sea. Para "calentar" la cotización se hizo correr el rumor de que España aceptaría la liberalización de su comercio colonial a cambio de contrapartidas como la devolución de Gibraltar. Para "engrasar" el trámite parlamentario se repartían opciones de compra a la cotización del día y sin ningún desembolso. Más adelante, una vez que las acciones habían subido, el beneficiario ejercía la opción vendiendo a precio de mercado y embolsándose limpiamente la diferencia. Se buscaron personas influyentes de derecho, tales como ministros y parlamentarios, pero también de hecho como la amante del rey y sus "sobrinos" (muy parecidos a Su Majestad). En marzo las acciones llegaron a cotizar a 330. La burbuja había comenzado a hincharse hasta ser evidente su naturaleza para los participantes más expertos y racionales. Como siempre sucede en estos casos se dividieron en dos bandos que se pueden simbolizar en los comentarios de dos banqueros de la época. El francés Martín suscribió 500 libras y se justificó con la afirmación: "cuando el resto del mundo enloquece debemos imitarle en cierta medida". El holandés Crellins se mantuvo al margen, observando fríamente que parecía "ni más ni menos como si todos los locos hubieran escapado al mismo tiempo del manicomio". El 7 de abril se aprobó el proyecto de Ley y los más astutos aplicaron el precepto "compra con el rumor y vende con la noticia". En dos días la acción cayó hasta 278. Sin embargo, el 12 de abril los directivos de la South Sea, sin dejarse intimidar, lanzaron una emisión a 300 libras con un desembolso inicial de 60 libras y el resto en ocho cómodos plazos. Su Majestad, convenientemente aconsejado, suscribió 100.000 libras y se hicieron circular nuevos rumores sobre las perspectivas de la compañía. En aquella época no había televisión para promover las OPV's pero se hizo lo que se pudo: tengo ahora mismo a la vista un hermoso mapa de América del Sur utilizado por la South Sea Company a modo de folleto publicitario. Toda la inmensa región, a excepción de Brasil, se proclamaba como territorio de explotación comercial de la compañía, pasando por alto el hecho del permiso de España (o dando por supuesto que iba a existir). La acción subió a 340 y la compañía respondió anunciando un dividendo del 10% y una nueva emisión a 400 libras. A finales de mayo las acciones se cotizaban a 550. En junio se lanzó una nueva emisión con un plan de pago todavía más cómodo: 10% del pago inicial sin ningún otro pago durante un año. Las acciones se fueron por encima de 700 libras en junio, aunque con una fuerte volatilidad que contrastaba con la subida en vertical de los meses anteriores: se estaba formando el hombro derecho de una de las dos H-C-H más famosas del análisis técnico (la otra es la de Wall Street en 1929). Al otro lado del canal las cosas no le iban nada bien al ingeniero financiero John Law. Había recurrido a ingeniosos trucos como "pasear", equipados con picos y palas, a mendigos reclutados al efecto, a fin de dar la sensación que se reclutaban obreros para la explotación de las minas. Pero llegó un momento en que se le acabaron los conejos de la chistera. Además de la Compañía del Missisipi, la pieza clave de su entramado era la Banque Royal con autorización para emitir billetes teóricamente canjeables por oro. Cuando comenzó a perderse la confianza en la solvencia de todo el montaje los propietarios de los billetes acudieron masivamente al banco a canjear los billetes por oro, oro que no existía más que en mínima proporción. Hubo que declarar los billetes no convertibles y sobrevino el colapso. Law tuvo que salir por piernas, protegido por el regente, y los millonarios franceses (se dice que este término se inventó entonces) se encontraron tan pobres como al principio. Inglaterra más atrasada en el ciclo especulativo lo vivía en todo su auge, que alcanzó caracteres inusitados. Se produjo una proliferación de nuevas compañías que aprovechaban la euforia reinante para colocar sus acciones. Algunas planteaban iniciativas, arriesgadas e inciertas pero al menos sensatas, como construir barcos para combatir la piratería o la de aquellas esforzadas mujeres que se unieron para montar una empresa de confección "resueltas como un solo hombre (sic) a no admitir a ningún varón, sino que se suscribirían ellas mismas a una sociedad anónima para llevar a cabo el mencionado negocio". Otras se mostraban más consecuentes con el ambiente de locura colectiva y proponían objetos sociales tales como la obtención de metales preciosos a partir del mercurio, la extracción de luz solar de los pepinos(!) y, como no, la creación de la rueda de movimiento perpetuo. Pero la más divertida de todas fue aquella en la que su promotor anunció solemne que se traba de una "compañía para asumir y llevar a cabo empresas muy ventajosas, pero que nadie debía conocer". Aunque parezca increíble, sin otro argumento que éste y la promesa de mejorar en beneficios a cualquier otra sociedad, recaudó 2.000 libras, tras de lo cual se esfumó y no volvió a saberse nada de él (hay que reconocer que no mentía: la empresa era muy ventajosa para él y para asegurar su éxito nadie debía conocer su verdadero objetivo de estafar a los ingenuos). El Parlamento decidió poner prohibir estas "burbujas" (bubbles) y promulgó a tal efecto la Bubble Act, una ley que, bajo pretexto de proteger a los inversores, los dejaba indefensos en las manos de la "burbuja madre" la de la South Sea a la que por supuesto no se tocaba. En el mes de junio las acciones se dispararon hasta tocar en un momento el máximo de 1050. Por esta época los propietarios y gestores de la Compañía habían comenzado en el mes de julio el clásico proceso de distribución vendiendo sus acciones lo que, como suele suceder produjo un insidioso pero imparable debilitamiento de la cotización. Desde los máximos la cotización fue bajando a lo largo de julio y agosto, con lentitud y ocasiones rebotes. El 31 de agosto, todavía por encima del 800, después de un último rebote (el hombro derecho de la H-C-H) la compañía anunció el abono de un dividendo del 50% durante los próximos doce años, sin explicar cómo podría hacerlo. Las acciones siguieron bajando hasta romper la "clavícula", situada alrededor del 725, el 3 de septiembre. Entonces estalló el pánico y la cotización se hundió en un proceso de caída escalofriante sin apenas pausas ni rebotes. El 30 de septiembre las acciones estaban a 150 libras: una caída de más del 80% en un mes. El gobierno intentó desesperadamente salvar la situación con declaraciones públicas y apoyos financieros del Banco de Inglaterra. Tras algunos rebotes, en donde las acciones lograron remontar por encima del 200, la cotización se vino abajo definitivamente hasta los 125 del mes de diciembre: el círculo de la especulación se había cerrado y las acciones volvían a su valor primigenio, acorde con los fundamentales de la sociedad. John Blunt tras sobrevivir a un atentado, obra sin duda de un accionista un tanto descontento de su gestión, optó por salvar el pellejo solicitando la protección del gobierno a cambio de denunciar a los políticos y demás personas influyentes implicadas en la maniobra. Hubo detenciones, confiscación de propiedades, expulsiones del Parlamento y hasta algún suicidio, que nunca falta en estos culebrones. Pero la ruina de miles de personas era inevitable y la secuela subsiguiente también: Inglaterra vivió una larga y profunda recesión en los años siguientes. Lo curioso del asunto es que la South Sea no desapareció. En la medida que poseía una fuente de ingresos fija y segura, aunque modesta, vivió una existencia tan larga como apacible hasta 1855 en que las acciones volvieron a ser canjeadas por bonos y la compañía se disolvió. Entre las víctimas de la crisis figuró una muy ilustre: Isaac Newton. A finales de abril tomó beneficios obteniendo 7.000 libras limpias. Pero en el momento culminante de la especulación volvió a entrar, arrepentido del dinero que había dejado de ganar, y terminó por perder 20.000. La semana pasada vimos como Groucho Marx fue capaz de rememorar la traumática experiencia con gran lucidez e incluso humor. En cambio, Newton no soportó a lo largo del resto de su vida cualquier mención a la South Sea, un mecanismo defensivo típico en muchas personas arruinadas por la especulación. Eso sí, se permitió una frase para la historia: "Soy capaz de predecir el movimiento de los astros pero no la locura de las multitudes"

Roschild

En la ciudad de Londres empezaba a formarse una ligera niebla. Cuando se abrieron las puertas de la Bolsa y entraron sus miembros, dispuestos a ocupar sus lugares respectivos para emprender la tarea diaria, un joven palido de frios ojos azules se hallaba entre ellos.

El mercado de valores se mostraba erratico, pues los titulos britanicos de deuda publica consolidada (bonos de guerra) se estaban ofreciendo a precios muy reducidos. Las noticias que llegaban de la guerra eran malas. Se rumoreaba que Blucher habia sido derribado del caballo (los franceses habian derrotado a su ejercito en Ligny). Las cosas parecian ponerse mal para los aliados pues si los britanicos bajo el mando de Wellesley caian con tanta rapidez como los prusianos, Napoleon, apenas transcurridos tres cortos meses desde su huida de Elba, volveria a atrincherarse firmemente en Europa.

Y en tal caso los bonos britanicos que se habian emitido para financiar una costosa guerra, no valdrian ni el papel en el que estaban impresos. Pero uno de los hombres que se hallaban en la sala tenia noticias frescas. El joven palido permanecio tranquilamente en su puesto y compro todos los bonos que pusieron a su alcance. Si habia cometido un error de apreciacion, él y su familia se arruinarian; sin embargo su juicio se basaba en informacion, y la informacion era poder. No obstante esa informacion solo significaba poder si se utilizaba con rapidez y eficacia.

-Oye!, que trama el judio, comprando todos esos bonos de guerra?-le comento un agente a otro
-Acaso no se ha enterado de la derrota de Blucher en Ligny?
-Quizas harias mejor pujar con él-replico su compañero friamente
-Segun mi experiencia, suele tener razon.

El joven habia acaparado el mercado de deuda a menos de un diez porciento de su valor real. Una mañana, el hombre que habia puesto en duda su juicio encontro a su joven colega entrando solo en la Bolsa.

- Oye Rothschild- le dijo palmeandole cordialmente la espalda- estuviste muy acertado en el asunto de los bonos. Dicen que obtuviste beneficios de mas de un millon de libras en menos de un dia!

-Eso dicen?-replico el aludido.
Junio de 1815.

La bolsa de Amsterdam (1653)

In Publicum Negotiantium!
Bursa Amsterod

Imagen de la bolsa de los corredores y mercaderes de los 1600 en Amsterdam.
Lugar donde se desarrolla la novela "The coffe trader"
En este link se puede apreciar el zoom del cuadro : http://gallery.euroweb.hu/art/w/witte/exchange.jpg
Un verdadero placer poder apreciar el cuadro y poder palpar lo que habra sido...

martes, febrero 07, 2006

Especulacion....

No se porque me seduce tanto el concepto de esta palabra....

La palabra especulador procede del latín: speculare.

Entre los centinelas de las legiones romanas estaba la figura del speculator: El ojeador, el que es capaz de mirar con atención y sin delatar su presencia.

Especulacion....




El dibujo de la izquierda es el concepto de especulador vivo y chanta que tengo en la mente. La unica diferencia con nuestra actualidad es la tecnologia de la informacion.

Cuanto trabajo que habran tenido esos individuos para manijear un papel!!!!!

Palermo...entre el cielo y el infierno...



Y con el loco, no hay termino medio, o lo puteas a 2 manos o lo idolatras como nunca. Por ello es que mi camiseta tiene la 9 de Palermo. Siempre entre el cielo y el infierno, nunca un termino medio....

No te mueras nunca loco......


Todos los votos a PalermoMartín a la presidencia: había prometido ser el goleador 2006 y ya lleva tres en tres partidos. Hernando Maderna. hmaderna@ole.com.ar

Si fuera político, Martín Palermo se llevaría todos los votos. Porque, a diferencia de la raza dirigencial, cuando él promete, cumple. A fines del año pasado, lo dijo como expresión de deseo y seguramente brindó en Año Nuevo pensando en alcanzar esa meta. Pero con el estreno del 2006 subió la apuesta: se comprometió con Alfio Basile a ser el goleador de este torneo, algo que no ocurre desde el Apertura 98, cuando se convirtió en el optimista del gol y metió 20 en 19 fechas. Y viene más que bien: tres partidos, tres goles. Está debajo de Scocco en la tabla. Pero va por la corona. Como ante Gimnasia en Jujuy y el miércoles en Rosario con Central, el delantero dijo presente en un momento clave. Ayer fue para poner el 2-0 y capitalizar la superioridad. Y no lo hizo de cualquier manera: recibió un gran pase de Bilos y definió cruzado, inalcanzable para Bossio. "Siempre es bueno meter más goles para un goleador. Seguir convirtiendo te da cada vez más confianza", contó el Loco fuera del vestuario. En apenas ocho días, el punta festejó por tres: los dos primeros habían sido de cabeza y ayer, por fin, con un zurdazo bárbaro.Si bien el nueve no tuvo tantas chances claras como Palacio, sí fue importante en el circuito de juego en ataque. Como en Rosario, retrocedió para participar de las jugadas y pesó en el área para llevarse marcas y abrir huecos. Y hasta se lució, más por la actitud que por el pase en sí, cuando, estando mano a mano con el arquero, prefirió tocársela a Rodrigo para que convirtiera el gol que se le negó dos veces y que finalmente le llegó. Porque Palermo no sólo los hace, sino que además comparte su buen momento, el que Gioda intentó frenar. Luego de un taco en mitad de cancha, el defensor lo bajó feo y, después de salir —y recibir su ovación— tuvo que ponerse hielo en la pierna derecha, donde sufrió un traumatismo en el gemelo. "Es importante el resultado, porque la derrota con los jujeños fue muy dolorosa para el grupo. Nos sirve para tomar más confianza", dijo. A él, parece, le sobra.

El pichon de Schiavi

Y el domingo lo vi seguro, y cuando tuvo que reventar lo hizo. Y esa firmeza me convence. No como la vieja chota esa que estaba al lado creyendo que Silvestre era Gago y cada vez que reventaba una bocha lo puteaba. Que sabes vos de futbol vieja!!!

Y para colmo metio un gol....seguro que el flaco se cagaba de risa...


BOCA: "En la cancha pongo cara de malo"Silvestre íntimo, en Mercedes: "El 2 de Boca debe ser feo y pegar patadas". Para leer con canilleras. Pablo Vicente pvicente@ole.com.ar

—Perdone jefe, ¿cómo hacemos para llegar a la calle 33?—¿Van a la casa de Silvestre?Basta con una parada y una pregunta en la primera estación de servicio de Mercedes para confirmar que Matías Silvestre, el nuevo 2 de Boca, el autor del gol que abrió el baile ante Lanús, es el ciudadano ilustre del momento de esta ciudad con encanto pueblerino y lujo residencial. Y en la calle 33, a unas 15 cuadras del centro, ahí donde se acaba el pavimento y comienza el ripio consolidado como para darle un toque más agreste al barrio, en su casa de toda la vida espera a Olé una de las figuras de Boca del domingo. Todavía más cómodo de lo que parece en la cancha con apenas un par de partidos como titular. Rodeado de verde y sol. Con la panza llena por el asadito con el que lo recibió la familia y el corazón contento por las buenas que, al fin, empiezan a venir..."Esto lo valoro y lo disfruto el doble porque me costó muchísimo. Estuve diez años en Boca esperando la oportunidad. Primero los viajes dos veces por semana (son 100 kilómetros), luego todos los días... Mi papá se turnaba con los de otros chicos que también iban a entrenarse a Buenos Aires. Muchas veces iba en tren porque era más barato. Otras, en micro. Me levantaba a las 5.30 y volvía a las cuatro de la tarde. Pero nunca me quejé ni quise dejar. Iba con ganas", recuerda Matías de aquellos primeros tiempos desde la veteranía de sus 21 años. Mientras el batallón de amigos y familiares que se juntó en la casa para felicitar al nene aprovecha la tarde en el deck de la piscina, al lado de la canchita de fútbol privada en la que el menor de los cuatro hermanos pateó sus primeras pelotas, el Silvestre jugador camina dos cuadras para contar todo desde el principio y desde el lugar de los hechos..."Este es el club Mercedes", lo presenta con cariño, mientras recoge las felicitaciones del portero Julio César Grassi y de algunos vecinos que lo descubren de vuelta por el pago —ahora vive en Palermo—, y enseguida retoma el relato: "En esta canchita me descubrió Ramón Maddoni. Jugaba de 8 y me primer técnico fue Cristian Mosca. Y en esa construcción que está atrás, que iban a ser vestuarios y nunca se terminaron, jugábamos a las escondidas". Ramón le echó el ojo, Matías empezó a viajar a Buenos Aires y cuando ya se soñaba en Primera repitiendo los ejemplos de Burdisso y Matellán, empezaron los cachetazos: "En 8 arranqué como marcador central pero no me ficharon. Igual, seguí practicando. Y en 7, por una lesión, me pasó lo mismo y también seguí entrenándome. Recién en 6 pude fichar para los torneos de la AFA y Mastrángelo me puso de volante central". En esa posición, de la mano de Carlos Bianchi, llegó a Primera. Pero no sería el puesto definitivo: "Para mí no fue una pérdida de tiempo jugar tantos años de 5. Al contrario. Me dio más confianza con la pelota, mejoré la técnica... Le había tomado cariño al puesto. Y cuando Brindisi me empezó a poner de vuelta de central, no quería saber nada. Hasta que Benítez me dijo que me iba a tener en cuenta sólo de marcador central. Ahí estuve cerca de irme a España, pero entendí que era otra prueba. Luego de las que pasé, me siento muy fuerte. De acá no me mueve nadie. Pero tengo que hacer las cosas bien los domingos".—¿En el partido dontra Lanús te sacaste un diez?—Me vino bárbaro, porque para mí éste era otro debut, justo mi primer partido de titular en la Bombonera en esta nueva era. El fútbol tiene estas cosas que se dan cuando menos las pensás, porque yo lo único que quería era marcar bien y que no nos hicieran goles. Y encima estaba un poco nervioso porque no habíamos arrancado firme. Y justo llegó el gol. Siempre voy al arco con convicción, pero de ahí meterla... No soy un defensor goleador como Schiavi, pero con confianza y trabajo ya sé que todo se alcanza.—

Se dice que el 2 de Boca tiene que ser duro, recio...—
...ser feo y pegar patadas. Y yo también lo creo. Yo tengo 21 años y soy muy tranquilo, pero cuando entro a la cancha me transformo. Pongo cara de malo y peleo lo mío. Y si hay que pegar alguna patada o revolearla, lo hago.

Eso es un 2 señores!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Primero el flaco, despues Juan Simon, y despues Bermudez.....

Me di cuenta de que esa agresividad es necesaria, sobre todo en este puesto, y la fui incorporando en los últimos años.


—Si pudieras robarle una virtud a Schiavi, ¿cuál sería?—La personalidad y la manera de prepararse para los partidos importantes. Los días previos ya lo veías concentradísimo. Y ahí el Flaco nunca fallaba...

—¿Sentís que los delanteros te encaran a vos por ser el pibe?—No. Y si pasó en estos últimos partidos, no me di cuenta.—¿Cuál fue el primer consejo que te dio el Coco Basile?—Me dijo que jugara simple, que no me complicara y no mirara la pelota sino al delantero. "La pelota no entra sola, pibe", me dijo. El Coco sabe mucho de fútbol...—¿Ahora vas por tu primer título como titular?—Me gustaría ganarlo, lógico, y es el objetivo. Pero no me enloquece eso. Ojo, sigo con hambre de gloria y no me relajé de ninguna manera, pero yo ya di alguna vuelta en Boca y sobre todo gané el campeonato que quería, que era llegar hasta acá. Ahora quiero ir partido a partido y afirmarme. Y si viene el título, mejor.—Al menos el domingo ya apareció el campeón...—Sabíamos que esto iba a pasar. Esperábamos este partido, porque no habíamos arrancado bien. Y esto viene bárbaro: nuestro objetivo es el bicampeonato...

Lo dice serio y con el seño fruncido. Con cara de malo. Y entonces hay que creerle...

Bolsero y bostero

Dos pasiones que se entrelazan y no tienen razon.