miércoles, mayo 17, 2006

INFLANDO EL PESO 29: El derrotero bursátil por BARUCH

BARUCHBarandistaPosts: 1049(17/5/06 11:48)Responder
INFLANDO EL PESO 29: El derrotero bursátil


Si hace ‘trading’ no pierda tiempo con este comentario; si es inversor, en cambio, le debo una disculpa, porque corto de tiempo me permití “copiar y pegar” un poco:Iniciado el 2003 edité Purgatorio 65: Olor a “bull”, y a mediados, “¡¿Boom argentino en 2005?!”. Por aquel entonces, mi conclusión sobre nuestro futuro bursátil era clara: “Súbanse al tren, señores. Solo los tontos seguirán en el andén cuando suene el silbato...”. ¡Y se ganó buena plata!.Con Divididos 57: Mercados post repudio (II) marqué una divisoria de aguas, un antes y un después. Otros, en cambio, mantuvieron su linealidad. La realidad dirimió la cuestión, pues desde el aborto de la “alternativa Carbonetto” hasta el repudio de la deuda pública, el Merval ganó más del 1% semanal; en tanto que de ahí en más, rindió menos del 0,2%. En ese trabajo anticipé las causas: “...nuestra reputación, el lobby proteccionista y la eventual inflexión del ciclo externo”; eventualidad ésta, sobre la que fui más preciso aún: “...será una ‘espada de Damocles’, que si se desmadrase, cambiaría el rumbo ascendente de nuestra pequeña bolsa”. Antes que Doña Felisa aterrizara en el ministerio, INFLANDO EL PESO 13: Profundizando la apreciación describía lo indecible: “...el Dr. Lavagna, su equipo, y el título de ésta serie, son los únicos que exponen la política de apreciación cambiaria que rige en Argentina [...] Las consecuencias han sido las de siempre: mejora notable en el consumo y tenue en la inversión, así como un progresivo aumento de los flujos comerciales externos, especialmente, la importación”. Temeroso de nuestra secular incontinencia, previne: “...¿implica esto que hayamos encontrado la panacea? ¿O que ésta sea eterna?. Por supuesto que no. Sostenerlo sería tan idiota como postular que una subvaluación prolongada, si fuera posible, favorecería el desarrollo de un exportador de commodities intensivos en capital y destinados al consumo popular. Es que como postula la economía, los precios deben estar cerca de sus niveles de equilibrio. Ni más, ni menos...”. Desde la perspectiva práctica, agregué: “Si sumamos a esto que en los colchones ya no hay la misma plata y que el ‘aluvión’ de fondos externos no tuvo la cuantía postulada, fue sesgado a favor del Estado [¡la Chávez dependencia!], y debido a causas supranacionales podría estar en vísperas de una reversión; resulta obligado concluir que la inmovilización temporal de excedentes fiscales en la banca, junto a la apreciación cambiaria convalidada, constituyen el sostén básico de nuestra bolsa”. ¡Hoy más que nunca!.A partir de INFLANDO EL PESO 17: ¡¿Qué duda cabe?!, a la incertidumbre externa agregue alguna local, porque: “Estamos en el último tramo de una revaluación sana; esto es, la que nos acerca al equilibrio y tiene rendimientos crecientes”. Desde entonces la demanda de dinero se acható dando lugar a una progresiva y onerosa esterilización; y ante lo insuficiente de la misma, a un empinamiento inflacionario que terminó en una anárquica intervención del sistema de precios. Otro equivoco de la realidad, y van...Una regla de oro y algún escepticismo marcaron INFLANDO EL PESO 18: ¿Qué sostiene al Merval? (II): “Cuando el capital fluje hacia un mercado con un número de activos más o menos fijo, el precio de éstos aumenta; caso contrario, disminuye. Y eso sin importar el ánimo o los balances... ¡como se demostró desde la primavera del 2002 a la fecha!. Por eso, hasta el precario arreglo de nuestra deuda pública fui alcista; y también por eso, ose poner en duda nuestro potencial mediato”. No veo motivo para cambiar de opinión.Repudio la iconoclasia, pero en INFLANDO EL PESO 19: El tablero 2006 tomé distancia de la bolsa imperial: “...La incertidumbre inherente es la que debilita al Dow cada vez que supera los 10.800 puntos, y lo sostiene cuando se desliza hacia los 10.200. A corto plazo, buen terreno para los ‘traders’. A largo plazo, algo riesgoso para el inversor”. ¿Comprende ahora porque los diferencio?. Luego, una frase de INFLANDO EL PESO 21: Ortega, “Júnior” y el Merval, expuso la generatriz de la ‘era Bush’: “Solo el deterioro de la posición internacional de EEUU lubrica al mundo y mantiene este efímero statu quo”. El Ave Fénix de la usura me obligó a ponderar sus canales de impacto sobre la economía yankee. Lo hice en INFLANDO EN PESO 26: Cuidado con el medio ambiente: “...cuando la primera crisis petrolera, el servicio de deuda total calculado al 7,50% anual (tasa históricamente alta) no llegaba al 9,5% del PBI; en tanto que hoy, calculado al 4,75% (tasa históricamente baja) ya supera el 10%. Los niveles de endeudamiento imperan claramente sobre el nivel de tasas”. Reconocerá a tahúres e ingenuos por contrariar esta conclusión.¡No se alarme!... pero sea conciente. Estamos en vísperas de una corrección cíclica de largo plazo, y por eso, hay que vigilar los dos pilares que sostienen al Merval: finanzas globales y fiscalidad local. Hoy, la expansión habida en las primeras se erosiona; en tanto que ésta última es, en buena medida, tributaria de aquella.Que se le va a hacer: ¡por la ‘guita’ baila el mono!...BARUCH

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