viernes, mayo 11, 2007

jejeje...


Tenés ganas de que River le gane a San Lorenzo el domingo?—La del domingo es una fecha particular porque nosotros la cerramos con los resultados puestos. Está todo muy difícil, estamos todos juntos... Seguro que me gustaría que gane River y esto no le tiene que caer mal a nadie, porque si Boca gana se vería beneficiado. Quedan cinco fechas y puede pasar cualquier cosa. No sería como el campeonato pasado en el que todo estuvo entre Boca y Estudiantes.Stop. Rewind. Play: "Seguro que me gustaría que gane River y esto no le tiene que caer mal a nadie". Hay repregunta...—Qué título que Palermo diga que gane River y que pierda Estudiantes.—No sé si es el título, pero es lo que nos beneficia a todos. Si se lo preguntás a cualquier otro jugador te va a decir lo mismo: que gane River y que pierda o empate Estudiantes. Y, seguramente, ellos desearán que Boca no saque los tres puntos. Ahí tenés lo que pasó el otro día contra Argentinos, cuando lo teníamos ganado todos debían estar preocupados porque nos acercábamos más y después cambió.Stop. Rewind. Play: "...te va a decir lo mismo: que gane River y que pierda o empate Estudiantes". No más repreguntas.Martín Palermo, delantero consagrado, goleador con chapa, ídolo con plafón, está claro que a esta altura de la vida y de los goles tiene autoridad para decir lo que se le ocurra. Incluso puede poner en palabras ese pensamiento que hoy tienen todos, o la mayoría de hinchas y jugadores de Boca, pero que muchos blanquearían por cuestión de pruritos.¿Cómo le puede caer al hincha que un ídolo pida abiertamente un triunfo de River? ¿Ese hincha pasional entenderá las circunstancias o eso no se dice ni estas circunstancias? ¿Se trata simplemente de una licencia de ídolo? Esto último, claro, está fuera de discusión. Por eso, en una entrevista en ESPN, el Loco Palermo soltó su opinión sincera. Sin cassette. Al punto que ni siquiera midió el rebote que sus palabras podían tener en La Plata. Igual, después del affaire del 2006, del gol en esa final en Liniers, de la discusión con Verón, de los insultos de algunos hinchas, se sabe que su relación con su primer amor tiene una herida abierta. No alcanzó a cicatrizar con la tibia bienvenida que le dieron al Loco cuando regresó a La Plata, en la quinta fecha de este torneo, el día que le metió tres goles, y poco sirvieron para congraciarse con ellos los cuatro que le hizo a Gimnasia el domingo siguiente. Por lo pronto, después de ese fin de año caliente, Palermo nunca volvió a repetir que le gustaría terminar su carrera en Estudiantes. Y ahora incluso se anima a pedir que pierda un partido para el beneficio de Boca.Esta vez claro, a diferencia de otros partidos en los que nunca llegó la ayuda del archirrival (ver aparte), River necesita un triunfo para volver a meterse en la discusión del torneo. Y, por más que en algunas encuestas en foros de Internet de River los votos están repartidos 50 y 50 entre el equipo de Passarella y el de Ramón, no sumar de a tres sería una derrota. Y más leña al fuego interno que se vive en Núñez por esta horas.Además de tener que ganarle al duro Arsenal, Boca necesita una ayudita para alcanzar la punta del Clausura. Y Palermo no anda con vueltas a la hora de pedirla. Le guste a quien le guste y caiga como caiga. Los ídolos tienen ese plus.

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