viernes, mayo 25, 2007

Y BOCA VA CARAJOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!









La prosapia, el ADN copero, y la experiencia de los que otrora fueron soldados bianchistas aparecieron en Asunción. El espíritu, ése que sólo sobrevuela por La Boca, como un líder natural, condujo al equipo de Russo a su mejor partido en lo que va del ciclo. Y la calificación no contempla cuestiones vinculadas a la estética del juego sino que se relaciona con una solidez que sólo alcanzan los cuadros consolidados, los que adquieren una seguridad en sí mismos única. Boca, en definitiva, se metió en una nueva semifinal de la Libertadores con la prepotencia de los que se saben superiores y con la conducción indiscutible de Riquelme, amo y señor.El partido se empezó a ganar antes de hacer el primer gol. Planteo y recursos se juntaron en esa forma de juego que encaró Boca desde el comienzo. La idea central de apretar la pelota contra el suelo, evitar el pelotazo y acercársela a Riquelme para que armara se respetó por desarrollo y, en gran medida, por convicción. La urgencia de marcar aunque sea un gol para remontar el 1-1 de la Bombonera no operó como condicionante sino que fue el norte donde enfocarse. Paciencia y orden fue el lema que caracterizó la salida desde el arranque. Un toque, otro, hacia un costado, tal vez hacia atrás y volver a empezar si no había espacios. Claro que el campo desparejo y cierto nerviosismo en los volantes obligados a dar el primer toque (Banega y Ledesma) conspiraron contra la fluidez en la circulación. También fue un obstáculo la presión de los paraguayos.Con las reglas planteadas, como suele ocurrir, la profundidad y la eficacia de Boca en ataque dependió de lo que pudiera hacer Riquelme. Sin estar en su mejor estado físico y perseguido por Cáceres, Román lidió con entereza y calidad. Si bien el dueño natural de la pelota trabajó tanto lateral como verticalmente, las búsquedas más dañinas fueron por el centro. O bien con alguna gambeta limpiadora o bien con un pase filtrado y algún movimiento liberador de Palacio. Ibarra, otra alternativa utilizada por el equipo de Russo, inició las acciones por afuera, pero las finalizó por adentro con zurdazos en comba que llevaron cierto peligro.En el aspecto defensivo, la vuelta del Cata Díaz terminó resolviendo sólo con presencia situaciones que antes terminaban en Caranta. Libertad llegó con algún pelotazo o pelota parada. Pero todo lo que generó Guiñazú por izquierda quedó abortado en el enganche obligatorio del Pelado para que se le acomodara la cancha para la zurda.El ingreso de Dátolo le agregó velocidad a un equipo que amenzaba con aburguesarse en la tenencia de la pelota y le costaba descifrar que el negocio estaba por el medio. Riquelme (qué otro) cerró la serie en una jugada que mezcló en partes iguales coraje para sacar con el cuerpo al rudo Cáceres y construir con amagos y tiro al rincón un golazo que valió la clasificación. Después, sí, todo fue cuestión de llevar al paso a un equipo que está en plena etapa de expansión.



Da orgullo cuando juega así

MARCELO GUERRERO
Boca ya superó su performance del 05 en la Libertadores y, también, la de los cinco representantes argentinos en la 06, cuando ninguno pudo sortear el turno de cuartos. Y obtuvo esos logros después de jugar uno de los mejores partidos en el exterior de los últimos años. El rival, que venía de ser verdugo de dos compatriotas, quedó reducido a una expresión mínima. Boca le manejó la pelota, le generó situaciones y ni siquiera le permitió ilusionarse con alguna llegada. ¿Cuántas chances de gol hubo para Libertad? El ping-pong andará en ocho o nueve a cero. Después del 2º la diferencia entre ambos se hizo sideral.Las diez mil voces xeneizes corearon un olé inimaginable en instancias de este tipo. Hasta ahora, sólo el ya eliminado Nacional (1-0 a Necaxa) y Boca consiguieron triunfos de visitante en la revancha de las series.El pase a semi se empezó a ganar en la Bombonera, donde el equipo se sobrepuso a un penal errado, a un 0-1 casi en contra y a un gol mal anulado, y se liquidó en el Defensores del Chaco, con una defensa sin fallas, volantes rendidores –incluidos los relevos-- y un Román iluminado, el mismo de las grandes noches vs. River o Palmeiras. Los delanteros aportaron su cuota y no deberán olvidarse de cumplir para continuar avanzando.El miércoles 23 recordamos el 11º aniversario de la salida de Olé, ayer se cumplió el 7º del inolvidable gol de Palermo a Bonano y hoy se festeja el 197º aniversario de la Revolución de Mayo. En esta semana tan especial, sepan los argentinos que el cuadrito de un modesto barrio los hace quedar bien en todo el mundo.








Y UN DIA VOLVIO EL CATA.......


Para medir lo mucho que se extrañó a Daniel Díaz no sólo es necesario ver los siete partidos en los que no estuvo, sino también observar el de ayer. Todas las carencias que se vieron en su ausencia se diluyeron con el Cata en cancha. Recuperador, organizador y hasta lanzador. La única dificultad que tuvo en el primer tiempo (ganarle de arriba a Rodrigo López) lo solucionó en el segundo. Bienvenido, Cata.Dónde más se notó la reaparición del central (después del 7-0 a Bolívar estuvo casi un mes afuera por un desgarro y luego por un dolor lumbar) fue en el arco. Todas aquellas pelotas que antes terminaban en Caranta (o en la red), ayer morían en los pies de Díaz, bien secundado por Morel Rodríguez, quien salió por una sobrecarga en el posterior derecho. Si bien los avances de Libertad fueron más livianos que en La Boca, ayer muchos intentos perecieron antes de nacer gracias a la capacidad tiempista de Díaz. Así, Morel sufrió menos sofocones que en partidos anteriores y toda la defensa se mostró menos apurada y más prolija en salidas y quites. "Terminé cansado por la falta de ritmo. En la ida sentí una molestia en la cintura y no podía ser egoísta y pedir jugar si no estaba al 100%. El DT me dio confianza y por suerte hicimos un buen partido", dijo.No sólo eso. Con el reloj corriendo desesperado y Boca intentando superar la línea del medio, el Cata abrió el camino. Recibió en pleno retroceso, lo vio a Román sobre la izquierda y le cruzó el pase, preciso, a los pies, para que el 10 iniciara la apilada que terminó en el 1-0 y la clasificación. "Tuvimos la genialidad de Román y el esfuerzo de todos. Estuvimos sólidos en todas las líneas y bien parados en el fondo". Con él fue mucho más fácil.

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