lunes, marzo 05, 2007

Los inversionistas aún evalúan qué hacer con los millones que sacaron del mercado

Los inversionistas aún evalúan qué hacer con los millones que sacaron del mercado
March 5, 2007 4:05 a.m.
Por E.S. BrowningThe Wall Street Journal

¿Qué pasó con los miles de millones de dólares que escaparon del mercado la semana pasada? El dinero no se evaporó. Está ahí tratando de decidir cuál es el mejor lugar para aterrizar.
La economía global sigue creciendo, generando ganancias para las empresas, y las tasas de interés siguen bajas, abaratando el costo del dinero. De modo que no hay una escasez de efectivo. La pregunta es dónde va a ir a parar el dinero, una vez que se despeje la polvareda que dejó el bajón.
Algunos inversionistas se han refugiado en inversiones seguras, como el oro y los bonos del Tesoro estadounidense. Sin embargo, es probable que, a la larga, coloquen su dinero en otros lugares. ¿Dónde? La respuesta depende mucho del análisis que los inversionistas hagan de las bajas generalizadas de la semana pasada.
Los analistas consideran que hay tres formas de analizar los problemas de la semana pasada, que resultaron en una caída de 4,2% del Promedio Industrial Dow Jones y de 6,8% en el Morgan Stanley Capital International, un índice de mercados emergentes. Los economistas de Goldman Sachs Ed McKelvey y Andrew Tilton repasaron estos tres puntos de vistas en un informe divulgado la semana pasada.
1. Una tardía corrección de corto plazo. El Dow Jones no había registrado una caída de 2% desde un máximo en más de siete meses y no había descendido un 10% en casi cuatro años, un lapso sumamente prolongado sin un bajón.
Si el declive de la semana pasada fue sólo una corrección, las acciones deberían repuntar en las próximas semanas. "Esto no marca el fin del mercado alcista cíclico", escribió el experimentado gestor de fondos Steve Leuthold, presidente de Leuthold Weeden Research, en un informe enviado a sus clientes después del derrumbe de 416 puntos del Dow el martes. "Tengo serias dudas de que esta gran caída signifique el comienzo de la tan anticipada corrección de 7%-10% del mercado", escribió Leuthold. Agregó que buscará acciones para comprar, incluyendo las de empresas chinas. (nota personal : empernado haciendo campaña)
Algunos creen que, aunque los problemas sean temporales, todavía pueden causar daño. Desde esta perspectiva, los fondos de cobertura habían invertido más dinero en los mercados bursátiles que el que les hubiese gustado, para no perderse las boyantes ganancias. Ahora que las acciones han perdido su exuberancia, los fondos de cobertura aprovecharán la ocasión para reducir sus posiciones y apostarán a la baja de las acciones.
2. Aversión al riesgo. Si éste es el diagnóstico apropiado, entonces estamos hablando de una tendencia más grave. Al menos por ahora, parece haber una corrección de este tipo. Los inversionistas decidieron, súbitamente, desprenderse de una serie de inversiones arriesgadas, desde acciones de empresas de mercados emergentes a bonos chatarra en EE.UU.
"Tendría mucho cuidado en decir que esto ha terminado", afirma Marc Stern, director de inversiones para Bessemer Investment Management, en Nueva York. Stern opina que los inversionistas se habían vuelto complacientes respecto a los valores de mayor riesgo, pagaron demasiado por ellos y ahora están viendo como sus precios vuelven a niveles más normales. "Uno debería esperar que persista la mayor volatilidad. Una corrección saludable en este momento no debería ser motivo de sorpresa", dice, lo que quiere decir que anticipa una mayor caída en las inversiones de mayor riesgo.
Stern no va a comprar bonos de los países emergentes hasta que sus precios desciendan a niveles que considera más realistas. Una vez que la tormenta haya pasado, dice, probablemente comprará acciones de empresas grandes, que puedan soportar nuevos frentes de mal tiempo a medida que el año avanza.
3. Una señal de debilitamiento económico. Éste podría ser el escenario más preocupante. Algunos inversionistas creyeron ciegamente en las palabras del ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, quien señaló la semana pasada que no se puede descartar la posibilidad de que EE.UU. entre en recesión este año. Estos inversionistas consideran que el refugio en los bonos del Tesoro estadounidense y el oro es una señal de que los gestores de fondos más conservadores se están preparando para un período de turbulencias económicas.
Hasta la semana pasada, a los inversionistas que habían apostado a un debilitamiento de la economía estadounidense no les había ido muy bien. El gasto de los consumidores y las sólidas ganancias de las empresas han estado, una y otra vez, por encima de las previsiones. A pesar de ello, los economistas de Goldman Sachs señalan en su informe que el crecimiento económico, el enfriamiento del mercado inmobiliario y el gasto de los consumidores podrían estar por debajo de las expectativas más optimistas este año y no descartan la posibilidad de que problemas de cesación de pagos en el mercado de las hipotecas de riesgo en EE.UU. se trasladen a otros mercados crediticios.
Los economistas de Goldman, no obstante, creen que no hay mal que por bien no venga. Esperan que la Fed tome cartas en el asunto y empiece a recortar las tasas de interés en junio. El financiamiento barato ha sido uno de los pilares del auge de los últimos cuatro años y ha hecho que los inversionistas tengan menos reparos para invertir en los activos de mayor riesgo. Mientras el mercado espere que la Fed reduzca las tasas, el menor costo del dinero seguirá favoreciendo la inversión en acciones.

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